Por Daniela Mamani Silos.
El 1 de octubre se celebra el Día Internacional de la Hepatitis C. Esta fecha se conmemora debido a la existencia de más de 170 millones de personas que la padecen alrededor del mundo, convirtiéndola en el virus más común de hepatitis. En una entrevista con la Dra. Carolina Alvero (MP 3487) llamamos a la sociedad a tomar conciencia sobre esta enfermedad.
– ¿Qué es la Hepatitis C?
La “Hepatitis C” eso una enfermedad viral qué compromete y afecta al hígado al igual sus variantes, que la hepatitis A y la hepatitis B.
– ¿Qué síntomas presenta?
Se presenta como un estado gripal, manifestando fiebre, cansancio, dolores musculares y articulare. El sistema de defensa se pone reactivo causando náuseas, vómitos, diarrea y coloración amarillenta en la piel (a nivel de la conjuntiva) o en la orina (de forma más leve). Tanto la Hepatitis B y la Hepatitis C son asintomáticos, a diferencia de la Hepatitis A que presenta con un cuadro más notorio.
– ¿Cómo se transmite la enfermedad?
La Hepatitis C se transmite por contacto directo con la sangre infectada: Al compartir agujas, jeringas o elementos cortopunzantes con personas infectadas, al hacerse un tatuaje o piercing con material no descartable o debidamente esterilizado o al tener relaciones sexuales sin preservativo u otro método anticonceptivo.
– ¿Qué estudios se deben realizar para detectarla?
Se puede detectar con un diagnóstico temprano, que consiste en hacer un dosaje serológico de IgG para el virus hepatitis C dónde se debe confirmar a través de la carga específica.
– ¿Cómo podemos tratar la enfermedad y cómo se puede prevenir?
En cuanto a la terapéutica, que es relativamente reciente, podemos contar con medicaciones efectivas, podemos prevenir con un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno. Es fundamental el uso de un método de barrera como el preservativo, campos de látex, guantes o dediles en todas las relaciones sexuales, es la medida más efectiva para prevenir la hepatitis C y cualquier infección de transmisión sexual. También es importante exigir el uso de materiales esterilizados para la realización de un tatuaje o piercing, o ante cualquier procedimiento médico invasivo y/o estético.
El método más eficaz para colaborar con la pronta recuperación es la prevención y el cuidado, tanto del paciente como de las personas que están en contacto directo.