Por Omar Acunia.
El Día de la Oftalmología en nuestro país se celebra cada 13 de diciembre, en honor a las festividades de Santa Lucía, patrona y protectora de la salud visual.
Nos reunimos con la Dra. María Adriana Williams Quiroga (MP 5004), quien se desempeña en esta rama de la medicina, y define a la Oftalmología como la especialidad médica que estudia las enfermedades del ojo y su tratamiento. Esto, incluye tanto lo ocular como los músculos del ojo, el sistema lagrimal y los párpados.
En cuanto a la relación que tienen la Oftalmología y la Diabetes, nos aclara que hay una relación muy estrecha ya que en el fondo de ojos (un estudio propio de esta rama) tenemos la oportunidad de ver los vasos sanguíneos -en vivo y en directo- y conocer su estado. En el caso de la Diabetes, ésta afecta las paredes de los vasos sanguíneos, causando la pérdida de líquidos y de sangre, lo que provocan daños en la visión. Desde mi punto de vista, recomiendo que -dentro de los controles regulares de pacientes diabéticos- debería incluirse un Fondo de ojos, y en caso de ser necesario, iniciar un tratamiento o simplemente para hacer un seguimiento. De esta manera, podremos saber si hay un buen control metabólico del paciente.
Consultada por la edad ideal para hacerse controles y en qué consisten los mismo, la Dra. Adriana nos explica que el primer control se hace al nacer (pesquisa oftlalmológica) y consiste en un fondo de ojos, y observar el reflejo rojo y saber que la vía visual está libre. El segundo control se recomienda hacerlo después de los 6 meses, y antes del año de vida; donde se observa fijación y seguimiento, es decir la visión del niño propiamente dicha. A partir de los 2 años, es importante hacer un control anual donde nos enfocamos en la agudeza visual, refracción, fondo de ojos; y esto se repetirá -después- de acuerdo a cada paciente.
En relación a los efectos post Pandemia, la Dra. Adriana expresa que se han incrementado las patologías y desde su especialidad -la Oftalmopediatría- cambió mucho el hábito de los chicos respecto de la actividad visual, muchas pantallas cercanas a la vista (celulares, tablets y otros dispositivos electrónicos), lo que predispone más a la miopía, por esta acomodación permanente que provoca en los chicos. También estuvo presente “la patología del ojo seco”, que por tanta actividad visual los chicos parpadean menos, y el ojo se reseca. En algunos casos, al estar más en contacto los padres con sus hijos, hubo más controles en este sentido y se pudieron detectar “vicios de refracción” (tales como miopía, hipermetropía o astigmatismo)… Un niño que no ve bien, es un niño al que le cuesta aprender.
La Dra. Adriana nos comenta que eligió Medicina por una convicción personal de “ayudar a los demás”, y optó por especializarse en Oftalmología en función de colaborar con una buena salud visual y “poder ver la vida con mayor claridad”. Poder ayudar con eso, para mí es un orgullo y sobre todo porque puedo hacer lo que realmente me gusta. Me gusta mucho también hacer consultorio, y la relación con el paciente, es lo que disfruto en mi día a día… Principalmente, el servicio hacia el otro.
Para finalizar, la Dra. Adriana hace hincapié en los controles… Creo que siempre la prevención es la mejor medicina. En relación a mi trabajo que es con niños, pienso que una buena prevención les puede cambiar la vida, los cambia en su aprendizaje… Algunas veces los titulan como niños inquietos o con algunas patologías y en realidad el chico no ve… Y obviamente, un chico que no ve, se dispersa, no está atento, pierde el interés en lo que le están enseñando porque -de alguna manera- no puede seguirlo. Así que considero muy importante la prevención y los controles regulares.